EJERCICIO FUERZAS ALIADAS CENTAM 97

Mayor y Lic. Roberto Antonio Garay Saravia

INTRODUCCIÓN

En los últimos años, la rápida y cam-biante situación internacional ha sido marcada por momentos cuyos desafortunados efectos humanitarios han estremecido la conciencia in-ternacional y en algunos casos, han obtenido una respuesta multinacional. Al mismo tiempo, las sociedades democráticas alrededor del mundo están considerando sus doctrinas mili-tares y sus estructuras orgánicas para mantener la paz con esta variante internacional.

Mientras que el mundo se acostumbra al ambiente multipolar en el cual vivimos ac-tualmente, ha crecido una urgente necesidad de asegurar que los conflictos regionales, étnicos y religiosos no se conviertan en guerras a es-cala mayor. Por eso, se encuentran involucra-das organizaciones internacionales y coalicio-nes multinacionales como las Naciones Unidas (ONU), la Organización de los Estados Ame-ricanos (OEA), la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) y el Grupo de Río (los cuatro países garantes del Protocolo de Río, 1942) en la realización de Operaciones para el Mantenimiento de la Paz (OMP).

Las operaciones de paz son un concepto que abarca numerosas actividades, estas ope-raciones crean y mantienen las condiciones para el surgimiento de la paz; incluyen el tra-dicional mantenimiento de la paz así como las actividades de imposición de paz, inclusi-ve protección de quienes brindan asistencia humanitaria, restablecimiento del orden pú-blico y la estabilidad, aplicación de sancio-nes, garantía de movimiento, prohibición de movimiento, establecimiento de zonas prote-gidas y separación forzosa de beligerantes (1).

Las OMP son operaciones militares de no-guerra ejecutadas por fuerzas combinadas (varios países) con el fin de supervisar y fa-cilitar la ejecución de un acuerdo existente en apoyo a los esfuerzos diplomáticos, y cuyos objetivos consisten en lograr un acuerdo polí-tico con relación al desacuerdo existente. Ge-neralmente antes de desplazar una fuerza se pone en práctica un cese del fuego.

DESAFIOS A LA PAZ

La desintegración del orden bipolar mundial, la globalización, el crecimiento de la interdependencia económica mundial y la explosión de la información, están transfor-mando el ambiente internacional y creando una crisis general de legitimidad para las éli-tes gobernantes. La caída del Imperio Sovié-tico desató grandes impulsos nacionalistas es-condidos y agregó a la creciente confusión conflictos de tipo tribal y étnico dentro de la mayoría de los países menos desarrollados.

Los gobiernos alrededor del mundo con-tinuarán experimentando demandas de justi-cia social, empleo, protección a la vida, la propiedad, valores y el nacionalismo. Mien-tras estas demandas no sean tan críticas para ocasionar la caída del Estado-Nación, como el punto focal del poder de la toma de deci-siones sobre los asuntos de seguridad; conti-nuarán creando inestabilidad y anarquía oca-sional resultante de la erosión de la autoridad del Estado y la creación de nuevos "mini-estados".

Afortunadamente, no existen amenazas para la civilización occidental tan serias co-mo las que iniciaron la I ó II Guerra Mundial o la Guerra Fría. Sin embargo, existe siempre el peligro que dentro de los conflictos domés-ticos puedan verse comprometidos los intere-ses de las grandes potencias, lo cual podría ir moldeando el escenario para conflictos de mayor envergadura. Las grandes potencias podrán afrontar diferentes amenazas, pero se-rán muy diferentes a aquellas vistas a lo largo de este siglo.

La transición al presente orden multipo-lar internacional y local, podría expandir es-tas amenazas asociadas con algunos lugares como Sudamérica, Centroamérica, el Oriente Medio y África. Los conflictos alrededor de la periferia de la Federación de Estados Inde-pendientes (Rusia), en los niveles nacional y subnacional todavía se extienden desde los Balcanes dentro del Cáucaso, Asia Central y el norte de la Península Coreana como ejem-plos sintomáticos. De hecho, los conflictos étnicos, raciales, tribales, de clase y religio-sos serán parte del fenómeno global crecien-te.

En el futuro, como siempre, las más re-motas y pobres poblaciones alrededor del mundo, buscarán armarse para tomar ventaja de las circunstancias, o para defenderse de las amenazas que atenten contra su status o mo-do de vida. Así como la mezcla de orden in-ternacional y local buscan un nuevo equili-brio, las condiciones necesarias para los con-flictos existirán virtualmente en cada Nación y sociedad; especialmente, donde las institu-ciones democráticas y su práctica, son débi-les o inexistentes.

CAMBIO, MODERNIZACION Y CONFLICTO

La marcha y magnitud del cambio global continuará hasta chocar y reformar las polí-ticas domésticas y extranjeras. Por el momen-to, las instituciones occidentales y sus valores definen la modernización y su éxito, inclu-yendo la libertad y la libre empresa, además, el fácil acceso a múltiples fuentes de infor-mación (CNN, ABC, NBC, INTERNET, etc.). La modernización también implica el triunfo de la ciudad sobre el país, la industria y la tecnología sobre la agricultura, las opi-niones secularistas y estilos de vida sobre el tradicionalismo. La posmodernización impli-ca el poder de diseminación de la informa-ción, que rápidamente proporciona a cada uno derechos naturales; no el dominio de so-lamente unos pocos. La influencia en la épo-ca de la información continuará gravitando hacia aquellos con el acceso y conocimiento para controlar y manipular los medios de co-municación en todas sus proliferantes formas.

La modernización también fomenta el cuestionamiento de los valores tradicionales, lo que continuará generando contragolpes violentos para aquellos amenazados por el modernismo como los Mullahs de Irán, las clases élites de Latinoamérica, los excomu-nistas y nuevos fascistas en Europa, y even-tualmente, quizá, la mayor parte de la clase media en Occidente. Paradójicamente, es en-gañoso que seamos testigos de ambos fenó-menos: El fin de la historia y su resurgi-miento.

Con el rompimiento del orden bipolar, es lógico que las fuerzas tradicionales de frag-mentación, etnicidad, contragolpes y conflic-to serán más fuertes que las nuevas tenden-cias compitiendo hacia el multiculturalismo, integración, independencia y armonía.

CENTAM 97

En estos tiempos de creciente participa-ción en operaciones multinacionales y opera-ciones distintas de guerra, los comandantes ne-cesitan encontrar formas innovadoras de en-trenar a sus fuerzas de la manera en la que se-rán empleadas. Cualquier coalición integrada por fuerzas armadas de diferentes países so-beranos, tienen no sólo que mantener la paz, si-no que han de hacer frente al reto de integrar los contingentes nacionales individuales en una fuerza única capaz de realizar está misión su-mamente difícil. Un ejemplo del entrenamiento orientado a la preparación de las fuerzas para este ambiente fue el Ejercicio FUERZAS ALIADAS CENTAM 97, cuyo anfitrión fue El Salvador.

El ejercicio se desarrolló en San Salvador, en la sede del Comando de Doctrina y Edu-cación Militar (CODEM), del 20 al 29 de ma-yo de 1997. Con la participación de más de 400 soldados de Belice, El Salvador, Gua-temala, Honduras, Nicaragua y los Estados Unidos; como también observadores de Repú-blica Dominicana y las Naciones Unidas, orga-nizaciones Gubernamentales, No gubernamen-tales (ONG’s) y organizaciones privadas vo-luntarias (OPV’s). Se dedicaron dos semanas a aprender y practicar técnicas en una operación multinacional; enfrentando situaciones en don-de había que tratar con civiles, fuerzas de otras naciones, organizaciones internacionales priva-das voluntarias, ONG’s y beligerantes no uni-formados. Este entrenamiento pretendió me-jorar las capacidades de los participantes para abordar efectivamente situaciones inciertas que conciernen a la protección de derechos, propie-dad y vidas de personas no-combatientes.

Fuerzas Aliadas CENTAM 97 fue un ejercicio multinacional auspiciado por el Co-mando Sur de los Estados Unidos. Este ejerci-cio proporcionó a los comandantes, a los diri-gentes y al personal experiencia práctica en el uso de las computadoras para simular las acciones de sus fuerzas en operación. Y lo que es más importante, el ejercicio permitió a los participantes compartir experiencias, promover la conciencia de los derechos humanos, fomen-tar el compromiso a un diálogo regional conti-nuo relativo a las OMP y crear una compren-sión común de los términos doctrinarios.

El ejercicio estuvo enmarcado en el fic-ticio país de "ARCADIA", donde los conflic-tos económicos, políticos y civiles interrum-pieron los servicios básicos y las actividades de ayuda humanitaria. Después de varios años de lucha interna llegaron a firmar la paz me-diante los "Acuerdos de Williamsburg". Para la verificación del cumplimiento de los Acuer-dos, fue solicitada la intervención de la ONU, razón por la cual se reunió en El Salvador una fuerza multinacional, con la finalidad de efec-tuar el adiestramiento en OMP y el posterior despliegue hacia el país ficticio. Los represen-tantes del ejercicio representaron a la Fuerza Centroamericana de las Naciones Unidas (UN-CENFOR), autorizada por el Consejo de Segu-ridad de las Naciones Unidas para la realiza-ción de una misión de mantenimiento de la paz.

Esta fuerza combinada se dividió en Fuer-zas de Tarea en representación de los mandos de la brigada de cada país; este enfoque regio-nal de entrenamiento sentó las bases para pre-parar a los estamentos militares de Centroamé-rica a enfrentar los retos de hoy y del futuro.

Los objetivos generales del ejercicio estu-vieron enmarcados en:

. Practicar la cooperación entre agencias en un ambiente de operaciones humanitarias y operaciones de paz dentro del marco de control de la ONU, con el esfuerzo principal por parte de las ONG’s, OPV’s y otras agencias.

. Intercambiar doctrinas e ideas concernientes a las OMP.

. Adiestrar al Estado Mayor de Brigada combinada en OMP.

. Instruir a la Plana Mayor de las Fuerzas de Tarea en OMP.

. Establecer y operar un Centro de Operacio-nes Civico-Militar (COCM).

. Ejercitar las reglas de enfrentamiento en un ambiente de OMP.

. Ejercitar las medidas de protección de las fuerzas en un ambiente de OMP.

. Ejercitar la preparación de inteligencia en un ambiente de OMP.

. Ejercitar los procedimientos de las comuni-caciones entre los Estados Mayores de Brigada y las Planas Mayores de las Fuerzas de Tarea.

. Obtener una opinión pública positiva dentro de la comunidad internacional, en la participa-ción de las Fuerzas Armadas en OMP y huma-nitaria.

Para utilizar al máximo las oportunidades de entrenamiento y a la vez reforzar los obje-tivos y el realismo de este ejercicio, se antici-paron todos aquellos retos que una fuerza mul-tinacional experimentaría en escenarios reales. Los integrantes también participaron en semi-narios, conferencias y otras actividades sobre el temario de la doctrina de OMP, los man-datos de las Naciones Unidas, los aspectos le-gales, el comando y control de las operaciones y las relaciones con los medios de comuni-cación social.

Es importante señalar que los ejercicios Fuerzas Aliadas son planificados y programa-dos con mucho tiempo de anticipación y por ende no tienen ninguna relación directa con acontecimientos reales actuales o circunstan-cias que se susciten.

A pesar de que las OMP son únicas, y las lecciones aprendidas en una puede ser que no apliquen a otra, creemos que se puede aprender mucho al participar en este tipo de ejercicios. Existen ciertas funciones comunes a estos en-trenamientos: formar, entrenar, equipar, des-plazar, comandar y controlar la fuerza para el mantenimiento de la paz. Los comandantes deben entender el mandato de la fuerza y las realidades políticas que restringen la libertad de acción de las fuerzas. Finalmente, ellos de-ben identificar el objetivo militar deseado de la OMP e informar a las autoridades competen-tes cuando éste no sea alcanzable.

Fuerzas Aliadas 97 no proporcionó las respuestas a estos puntos difíciles, sin embar-go, pudo facilitar el diálogo regional y con-tribuir al entendimiento colectivo de los retos de las OMP.

Los países de Latinoamérica han sido lí-deres en la vanguardia de paz en el mundo. Hoy día, más de 2,849 personas han sido asig-nadas a estas misiones: 2,667 soldados, 138 observadores militares y 44 policías civiles (2) de 7 naciones (3) en Latinoamérica han partici-pado en 15 diferentes operaciones para el man-tenimiento de la paz de las Naciones Unidas.

LECCIONES APRENDIDAS

. Las Operaciones para el Mantenimiento de la Paz han cambiado desde el final de la Guerra Fría, las mismas no se limitan a una interposición de un pequeño número de ob-servadores pasivos y desarmados. Incluyen usos más complejos y a veces más provecho-sos de los recursos militares con aquéllos em-pleados por las ONG’s y OPV’s a fin de al-canzar una variedad de objetivos políticos y humanitarios.

. La preparación para la participación en estas operaciones complejas y exigentes re-presenta un gran desafío, todos los implica-dos, desde los líderes políticos, los coman-dantes estratégicos, operativos y tácticos; in-cluyendo los soldados, policías u observado-res civiles deben tener una idea clara respecto al ambiente en el cual se verán inmiscuidos, a la vez que deberán reconocer las funciones establecidas de todos aquellos que de una manera u otra influirán en su capacidad para cumplir con su misión asignada.

. Las operaciones de paz multilateral pue-den representar un medio económico de ofre-cer ayuda humanitaria esencial y crucial para la solución o prevención de un conflicto.

Para finalizar, es importante recordar la frase enunciada por el Ex-Secretario General de las Naciones Unidas Dag Hammerskoid, quien expresa: "El mantenimiento de la paz no es una misión de soldados, pero sólo el soldado puede cumplirla"(4)

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  1. Secretaria del Ejército. FM 100-23 Opera-ciones de Paz, Estados Unidos de América. Diciembre de 1994, pág. v.
  2. Libro de Trabajo del Ejercicio Fuerzas Aliadas CENTAM 97, Cap. III Participación Latinoamericana en las Operaciones de Man-tenimiento de la Paz de las Naciones Unidas. Mayo de 1997, pág. 1.
  3. Argentina, Brasil, Chile, El Salvador, Honduras, Uruguay y Venezuela.
  4. Secretaria del Ejército. FM 100-23 Opera-ciones de Paz, Estados Unidos de América. Diciembre de 1994, pág. 1-1

 

El Mayor Roberto Antonio Garay Saravia se graduó como oficial del Ejército Salvadoreño, el 29 de agosto de 1981 en la Escuela Militar "Capitán General Gerardo Barrios". Su formación militar incluye Cursos Avanzados de Paracaidismo en El Salvador y Colombia; Curso Avanzado de Lanceros y Oficiales de Combate en Colombia y Estados Unidos. Es Licenciado en Ciencias Políticas graduado en la Universidad Salvadoreña. Fue Director del Centro de Entrenamiento de Batallones de Reacción Inmediata (CEBRI) y es el actual Comandante del Batallón de paracaidistas del Comando de Fuerzas Especiales.